Cuántas veces se dan casos de personas que sufren de estrés y contracturas en las zonas del cuello, columna, hombros y brazos debido a la presión de las rutinas diarias en el trabajo. Por eso es muy recomendable la siguiente guía práctica para lograr relajarse de forma natural al volver a casa.
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Instrucciones
Aquí se propone un entrenamiento autógeno donde las tecnicas de relajacion pasan por la mente de forma voluntaria, para así influir psicológicamente en el comportamiento del organismo. El método desarrollado desde el primer tercio del siglo XX por su inventor, el neurólogo J. H. Schultz, ofrece claros ejemplos de cambios fisiológicos a las semanas.
Colocarse encima ropa cómoda. Para comenzar, situarse en una habitación tranquila donde poder relajarse con luz tenue o sin su presencia, y a temperatura agradable. Si se desea, se puede poner musica relajante muy suave y profunda que invite a la meditación.
Se debe tener una postura cómoda, ya sea sentado en un sillón, o mejor acostado sobre una colchoneta o superficie mullida con los brazos extendidos al lado del cuerpo como si se tratase de una cruz humana. Cerrar los ojos y decirse a si mismo: “Estoy tranquilo”.
Ahora hay que concentrar mentalmente todo el peso en la mano izquierda, mencionándolo de forma oral seis veces durante tres minutos. Experimentar sensaciones suaves de calor, y luego levemente de ligereza hasta relajarse por completo. Repetir el ejercicio hacia la otra extremidad.
Después focalizarse en los latidos del corazón, utilizando una apacible respiración para relajarse y decir nuevamente: “Estoy tranquilo”. En este caso no es necesario visualizar peso, solo sentir el ritmo normal y la sensación de liviandad durante otro par de minutos.
En el turno del abdomen, generar con la mente en estado de relajacion que este órgano irradia calor agradable por encima del ombligo. Repetir oralmente seis veces el mensaje de tranquilidad.
Finalizar hacia el núcleo cerebral, donde se despejará toda preocupación encontrando una bella imagen o situación que agrade a los sentidos durante unos 3 minutos. Poco a poco, levantarse con movimientos suaves hasta reincorporarse contando hasta diez, y terminar con la apertura lenta de los ojos, como si estos pesasen mucho.