Árboles decorados, comidas suculentas, nieve, un hombre barbudo vestido de rojo y blanco, regalos, luces y “Noche de Paz”. En la actualidad, la Navidad tiene sus propios códigos y clichés que comparten los millones de habitantes del mundo occidental. Sin embargo, muy pocos saben la historia de una de las celebraciones más populares.
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El sentido tradicional de la Navidad es festejar el nacimiento de Jesús, la llegada del Mesías a la tierra, según la tradición cristiana. La incorporación como fiesta religiosa en el calendario católico se produjo en el año 354, cuando el Papa Liberio decretó que tal fecha era en la que había nacido Cristo.
En la actualidad, el dato de la fecha de nacimiento de Jesús es cuestionado por diferentes vertientes cristianas y estudiosos. De hecho, muchos estipulan que la Navidad no sería más que la reproducción del festejo del solsticio de invierno, una de las más importantes fiestas en la Roma pagana. En aquella época, la iglesia tendía a no desechar las fechas paganas, sino incorporarlas, con el objetivo de conquistar mayor cantidad de fieles.
Existen diferentes escritos que atestiguan cuáles fueron los primeros festejos de Navidad. El primer banquete de Navidad se produjo en el año 379 en Constantinopla, mientras que en Antioquia el festejo se produjo un año después. La fiesta adquirió popularidad al llegar a Egipto, hecho que se dio recién en el siglo V.
Cabe destacar que la Navidad es mucho más que el recordatorio del nacimiento de Jesús. A partir del 25 de diciembre comienza la temporada de fiestas católicas que finaliza con las Pascuas, la principal fecha para la religión cristiana.
Pasaron cientos de años hasta que las felicitaciones de Navidad se asimilaran a lo que son hoy. En muchos casos, se ha perdido el sentido religioso del festejo, y hasta es celebrada por familias que no practican el culto cristiano, transformándola en un encuentro social.
En relación a esto último, la figura de Papá Noel o Santa Claus y el intercambio de regalos han favorecido la popularización de la Navidad más allá de los límites del cristianismo, convirtiéndola en una fiesta de toda la sociedad occidental.
